LA REALIDAD OCULTA

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SEPARA LA REALIDAD DE LA FANTASÍA.
José María Ibáñez.

sábado, 21 de mayo de 2011

¿QUÉ OCURRIÓ EN HANGING ROCK?


JOSÉ MARÍA IBÁÑEZ

 Hoy la máquina del tiempo nos traslada hasta el día de San Valentín del año 1900. Aquel 14 de febrero amaneció soleado y las alumnas del Appleyard College - colegio femenino situado en las afueras de la localidad australiana de Wodend (estado de Victoria, Melbourne) -, se mostraban exultantes mientras ultimaban los preparativos para la celebración del almuerzo campestre anual. La expedición estaba integrada por diecinueve chicas, en su mayor parte adolescentes, dos profesoras: Diane de Poiters, que impartía clases de francés y danza, Greta McCraw, encargada de las matemáticas y Ben Hussey, conductor del vehículo.


Hanging Rock (Foto: paperblog.com)
Poco antes del mediodía, una vez cubiertos los siete kilómetros de distancia, el grupo llegó al lugar escogido para disfrutar de la jornada festiva: Hanging Rock (Roca que se Balancea). Dicho lugar, una formación de origen volcánico de tiempo inmemorial, se levanta majestuosamente a unos ciento cincuenta metros por encima de la llanura en que se halla enclavada; destacada por una mezcla de piedras y monolitos en equilibrio que lo convierten en un lugar mágico, enigmático y de extrema belleza.


Pero lo que en un principio tenía todos los visos de convertirse en una maravillosa jornada festiva disfrutando de la naturaleza, desgraciadamente, acabó en una pesadilla. Tras la comida y después de un descanso obligado bajo el manto de la frondosa naturaleza que circunda el carismático lugar, Irma Leopold, Marion Quade, una muchacha llamada Miranda, las tres de diecisiete años, y Edith Horton de catorce, pidieron permiso para explorar la zona. El pequeño grupo partió hacia la aventura no sin antes, recibir la advertencia por parte de las profesoras de no acercarse a los precipicios, ni introducirse en ninguna de las numerosas cuevas existentes en el lugar.


Testigos de excepción, al otro lado de un pequeño reguero de agua que emanaba de la pared de una roca, formando un pequeño riachuelo, un reducido grupo de personas también disfrutaban de las delicias del enclave: el coronel retirado Fitzhubert, su esposa, el sobrino Michael Fitzhubert y su asistente Albert Crundall. Sea como fuere, la pequeña comitiva abandonó al resto del grupo sobre las 15:30 horas. Una hora más tarde, no tan solo las muchachas no habían regresado de su improvisada excursión, sino que Greta McCraw, profesora de matemáticas, también había desaparecido. Ante tales circunstancias, el resto de integrantes dieron comienzo a una exhaustiva búsqueda por la zona. Apenas transcurrida una hora de infructuosa búsqueda, apareció como por arte de magia, de entre unos matorrales, gritando y pronunciando palabras incoherentes la más joven de las desaparecidas: Edith Horton. No logrando de la aparecida ninguna explicación coherente sobre los hechos acontecidos y, viendo que se les echaba la noche encima, decidieron regresar a Woolend y denunciar a la policía local las desapariciones.


Al día siguiente, miembros de la policía y un nutrido grupo de voluntarios iniciaron una batida por la zona, mientras el doctor McKenzie, médico de Woolend, examinaba concienzudamente a la muchacha. Ésta, que se hallaba totalmente conmocionada, presentaba un buen número de arañazos, magulladuras y cortes por todo su cuerpo. Una vez recobrado el conocimiento no se acordaba absolutamente de nada de lo que había ocurrido.De las tres muchachas, Irma, Marion y Miranda y de la profesora de matemáticas, Greta McCraw, nunca más se supo. Al poco tiempo, y ante la gravedad de los acontecimientos, ya que la búsqueda de las desaparecidas resultó infructuosa, el colegio cerró sus puertas.
Meses después la directora del colegio, que no había asistido a la fiesta campestre, se dirigió sola a Hanging Rock. Una vez allí, escaló la montaña y se lanzó al vacío. El cadáver yacía inerte al pie del precipicio.

¿REALIDAD O FANTASÍA?

Joan Lindsay (Foto: paperblog.com)
La historia de los sucesos acontecidos en Hanging Rock, llegaron al público a través de una novela editada en 1976: Picnic en Hanging Rock. En el prefacio de la misma, su autora, Joan Lindsay, escribe: "Si se trata de una realidad o de una ficción, mis lectores deben decidirlo por sí solos". Siguiendo el hilo de dicha novela, al final de la misma, se describen los hechos más importantes de la historia, publicados, presuntamente, en un rotativo de la ciudad de Melbourne. Siguiendo con las pistas aportadas por investigadores del tema, por un lado, todos los lugares mencionados en la novela existen, pero, algunas piezas del rompecabezas no acaban de encajar. De hecho, el día de San Valentín de 1900 cayó en miércoles y no en sábado. El colegio para señoritas Clyde College, abrió sus puertas en 1910 en un suburbio de Melbourne, y no se trasladó a Woolend hasta 1919. Ni el periódico local, el Woolend Star, ni los dos diarios de Melbourne, el Age y el Argus, se hicieron eco de los sucesos en febrero de 1900; ni tampoco en años anteriores o posteriores.


En una entrevista publicada en la prensa de 1977, a la pregunta de ¿Es su novela una realidad o una ficción?, la autora de la misma, Joan Lindsay respondió: "Para mi esta es una pregunta imposible de contestar. La realidad y la ficción están íntimamente relacionadas".


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